Plan Nacional de Lectura

Encuentro con María Teresa Andruetto

"La escuela tiene la gran tarea de acercar la buena literatura”, dijo la escritora frente a docentes y estudiantes. Compartimos, de manera resumida, algunos tramos de su conferencia.


La reconocida escritora, ganadora del Premio Hans Christian Andersen 2012 por su producción literaria destinada a niños y adolescentes dialogó con alumnos y futuros docentes en torno a su obra, pero también reflexionó sobre la formación de lectores en la escuela, entre otras cuestiones.

“Vivo como una necesidad, un desafío, una responsabilidad y un privilegio que en las escuelas de mi país los libros se incluyan en los programas escolares, de modo que convertirse en lector no sea un asunto de algunos, sino una política de Estado, porque la construcción de lectores tiene su punto nodal en la escuela”, manifestó.

En el marco de las visitas de autor impulsadas por el Plan Nacional de Lectura, a fines de septiembre, la escritora cordobesa se presentó en el Anfiteatro de la Escuela Superior de Comercio “Manuel Belgrano” en la ciudad de Córdoba.

La jornada abarcó dos  momentos de gran intensidad: en primer lugar un encuentro con pequeños lectores y en segunda instancia, una conferencia para docentes y estudiantes de institutos de formación docente.

En horas de la siesta, el Anfiteatro se pobló de niños de 6º grado de tres escuelas cordobesas: el centro educativo “Mariano Moreno”, la escuela “Alejandro Carbó” y el “Instituto San José”. Alrededor de 150 chicos acompañados de sus maestras asistieron al encuentro con su autora predilecta.

El formato elegido para esta primera actividad fue el de entrevista, luciéndose los asistentes por la calidad de sus preguntas que dieron cuenta de una lectura curiosa y atenta. Indagaron sobre los textos que habían leído, entre ellos, El país de Juan, Campeón, Zapatero pequeñito y El árbol de lilas, con preguntas tales como: ¿Lo siguen molestando a Juan? ¿Vos tuviste una gallega gorda como Juan? ¿Qué pasó con el papá de Narina? ¿Por qué el campeón es un toro? ¿Tuviste algún sufrimiento que te llevó a escribir Zapatero pequeñito? Si fueras un personaje de tus cuentos, ¿cuál serías? ¿Por qué lilas y no otro árbol?

Y también preguntaron por su calidad de lectora y escritora: ¿Cuál es tu lugar y momento favorito para leer? ¿Por qué escribís como en espejo? ¿Cómo te sentiste al recibir el Premio Andersen? ¿Cómo te diste cuenta de que eras buena para escribir? ¿Si no fueras escritora que hubieras hecho?

El encuentro se cerró, como no podía ser de otro modo, con la lectura de La durmiente en la cálida voz de su autora.

Más tarde, el público cambió y el Anfiteatro se completó con más de 200 maestros, profesores y estudiantes de Institutos de Formación Docente. El tema de la Conferencia, Elogio de la dificultad. Acerca del lector literario, desde su título ya planteaba una posición disruptiva.

“Mirar más allá, sin temerle a la dificultad y al sagrado derecho a disentir. Para eso, necesitamos saber leer, y saber leer no es terminar pronto si no leer despacio, dice el mismo Zuleta en otro ensayo que se titula precisamente Sobre la lectura, con lo cual el elogio de la dificultad podría ser también un elogio de la lentitud, porque si bien leer es transitar de un libro a otro, encontrar los propios senderos en medio de un bosque, no se trata de entrenarnos en sistemas veloces de lectura, sino de una lenta apropiación de lo que leemos”.

A lo largo de una hora y media, María Teresa Andruetto se explayó sobre la idea de que leer textos literarios es una tarea que entraña dificultad y que es ese mismo conflicto el que enriquece la mirada de quien es capaz de superar los obstáculos que plantea un texto de calidad.

“Todo buen lector es un rebelde, un insatisfecho, dijo Graciela Montes entendiendo la lectura como una actividad más amplia que “leer libros”, entendiéndola más bien como un sentirse desconcertado frente al mundo y buscar signos para construir sentido. La lectura es en efecto una invitación a descifrar las huellas de lo no dicho, dejándonos arrastrar por el ritmo de la frase y, al mismo tiempo frenando por el asombro del contenido”.

Y en esta tarea, la escuela tiene la gran tarea de acercar la buena literatura a los estudiantes y convertirse en guías que orienten al menos experto por los caminos del texto y su entorno de creación. “Tenemos entonces mucho trabajo por delante para mejorar la cantidad y calidad lectora de nuestros jóvenes, porque es muy grande todavía la desigualdad de oportunidades. Para eso necesitamos maestros y profesores que valoren la importancia de introducir a los nuevos lectores en la dificultad, docentes capaces de construir un lector al que no le dé lo mismo un libro que otro.”

El auditorio escuchó con atención y al cabo de la disertación se abrió un espacio de preguntas y diálogo que permitió el encuentro de los docentes, promotores de lectura, con una autora que invita a pensar, a reflexionar, a cuestionarse lo que uno sabe y hace en el aula, cuando ofrece un texto y enseña.- 

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