Este proyecto del Ministerio de Educación de la Nación está coordinado por el Plan Nacional de Lectura, y el Área de Inclusión Democrática en las Escuelas, por medio de sus programas Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas y Programa Nacional de Mediación Escolar.
Con su puesta en funcionamiento, se busca promover el mejoramiento de las condiciones de enseñanza y de aprendizaje, y la promoción de la participación por medio de la formación de comunidades de lectura.
Entendiendo que esta construcción es posible a través del fortalecimiento de vínculos pluralistas y democráticos y del desarrollo de prácticas que trasciendan el espacio áulico y vinculen la población escolar con las familias y el barrio; este proyecto se realiza a partir de la formación de equipos docentes abocados a fomentar dentro de sus escuelas prácticas lectoras entendidas como lazo social.
¿Por qué un proyecto así?
La convivencia escolar en el marco de la educación secundaria está atravesada por diversas conflictividades que son en parte, resultado de las dificultades que aparecen en la construcción de vínculos interpersonales tanto entre pares como también, en algunos casos, entre docentes y alumnos.
Las variadas historias personales y familiares, los significados atribuidos a la institución educativa, el reconocimiento del otro que se basa, en ocasiones, en miradas prejuiciosas o estigmatizantes, son algunos de los factores que impregnan a los actores educativos y se sostienen y confrontan en la cotidianeidad escolar.
En dicho contexto, desplegar propuestas lectoras diversas con textos que provoquen en los adolescentes un acercamiento a las problemáticas de otros sujetos, una mirada diferenciada respecto a su biografía y a su comunidad, o bien una identificación con distintos lenguajes expresivos, posibilita que la lectura se constituya en una actividad que puede habilitar el desarrollo de vínculos interpersonales positivos.
Así, la construcción de instancias colectivas de aprendizaje, que promuevan la circulación de la palabra y se proyecten en un nosotros inclusivo, resulta una modalidad valiosa de intervención educativa. Es que este tipo de experiencias ponen de relieve la importancia de construir lugares de enunciación de los adolescentes donde su palabra sea acogida, escuchada y tenida en cuenta.
A partir de las lecturas se reflexionará sobre la mirada que tenemos de los otros en la diferencia y se analizará, entre otros, el proceso de creación de estereotipos, prejuicios y las situaciones de discriminación que nos afectan como sociedad. También se podrán generar múltiples canales expresivos donde aparezca, por ejemplo, lo que desean cambiar de sí mismos y del grupo, así como sus sueños y proyecciones como jóvenes, estimulando su participación comprometida en los asuntos que les atañen.
La multiplicidad de propuestas será definida en base a las condiciones y posibilidades institucionales y los propios intereses de alumnos y docentes, intentando que la comunidad toda se apropie de la experiencia y se expanda con ella.