Plan Nacional de Lectura

Todos juntos en La Nube

Visitamos La Nube, la biblioteca de literatura infantil más grande del país, conocimos la disputa por el espacio que enfrentó y los proyectos que vienen.



Días atrás, la biblioteca infantil más grande del país fue noticia cuando se supo que había un proyecto de ley de la Ciudad que consideraba al terreno que ocupa como "inútil para la gestión" y pretendía venderlo. Gracias al apoyo de escritores, docentes, personalidades de la cultura y vecinos del barrio de Chacarita, las autoridades porteñas debieron desistir de la medida. 

Para quienes no la conocen, La Nube fue la primera librería especializada en literatura infantil de la Ciudad de Buenos Aires y hoy es también un espacio cultural que promueve el vínculo de la infancia con la cultura. Fue abierta hace 38 años por Pablo Medina, un maestro rural que decidió dedicarse a recopilar libros y documentación sobre la infancia cuando la última dictadura militar lo obligó a dejar su puesto de maestro y la militancia en el sindicato docente.

Precisamente el 19 de julio de 1975 fue inaugurado el espacio. Como las que están en el cielo, La Nube se ha ido transformando en estos treinta y cinco años. Pero su esencia continúa siendo la misma: “¡primero los niños!” -como decía José Martí-. Ellos “son los protagonistas centrales de las posibilidades de humanización de la cultura” arriesgaba a decir Pablo L. Medina y equipo, allá por 1979, cuando ya se venía gestando la creación de la Biblioteca y Centro de Documentación, que se sumaría al sueño de un objetivo más grande: reconstruir la historia de la infancia.

Hoy, la Biblioteca y Centro de Documentación La Nube es un espacio donde los chicos pueden leer, mirar y explorar todos los libros que tengan ganas y también encontrar propuestas musicales, teatrales, radiales, de juego, además de las actividades pensadas para las escuelas.

Hay allí, más de 60 mil títulos, que incluyen libros de 1880 en adelante, antiguos abecedarios y los primeros ejemplares de El Nene de finales del siglo XIX, entre otros tesoros. Hay colecciones de títeres, discos y juguetes de madera y entre trompos, yo-yo, rompecabezas, dominó, y palitos chinos, asoman la cabeza una legión de muñecos de Pinocho, que parecen custodiar su historia, porque a sus espaldas están los libros con las más de 800 versiones y traducciones del clásico italiano de Collodi.

Aunque cuenta con actividades gratuitas, se mantiene con recursos propios. Una fuente de financiación es la venta de libros y juguetes didácticos y un cobro mínimo de aranceles.

El proyecto más actual y que está empezando a tomar forma, tiene que ver con la puesta en valor de todo lo que hay en La Nube,  partir de una convenio con la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) para digitalizar todo el material existente. Este trabajo de catalogación permitirá saber exactamente con que material se cuenta y se podrá consultar por Internet.

“La idea es que sea un trabajo que nos trascienda, que sea para todos los chicos que vayan llegando. Por ahora tenemos una estimación del material que hay, que se acerca a los 60 y 70 mil libros, pero exactamente no lo sabemos”,  dice Ana Medina vicepresidenta de la ONG La Nube, quien agrega que el que tiene “todo en la cabeza” es su padre, Pablo Medina, pero que es importante que esa información se vaya guardando para la posteridad.

“Cualquiera puede tomar el libro y decir se editó en tal año y en tal lugar, pero Pablo conoce datos que trascienden una portada. El puede decir este libro que fue escrito por Sergio Sánchez Puyol, que en realidad era (Héctor Germán) Oesterheld que firmaba con ese seudónimo e hizo libros para chicos. Y así hay montón de libros que tienen una historia paralela, un alma que pocos conocen”.

El lugar de La Nube

La Nube funciona en un inmenso galpón reciclado de la calle Jorge Newbery al 3500, en el barrio de Chacarita, desde el año 2003, luego de un reconocimiento a la trayectoria y el patrimonio por parte de Legislatura porteña. En el 2009 se les cedió el predio por 20 años, con una tenencia de uso precario, una figura legal, que según Ana Medina, es muy común en este tipo de casos.

Días atrás, se enteraron –sin ninguna notificación oficial- de un proyecto de ley impulsado por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires que establecía la venta de 41  inmuebles de la ciudad, donde estaba incluido el espacio ocupado por La Nube. Inmediatamente impulsaron una campaña de difusión a través de las redes sociales, denunciando la situación y solicitando firmas en apoyo, que tuvo una gran repercusión en sólo tres días.

“En tres días todo se aceleró y nos avisaron que el proyecto se iba a tratar en la Comisión de Presupuesto de la Legislatura. Fuimos a esa reunión y ahí nos dijeron que nuestro caso quedaba desafectado de la lista. Que no se iba a vender. Pero todo se hizo con mucha impunidad, como si sólo se tratara de un terreno valioso para la inversión inmobiliaria”, menciona Ana Medina y redobla la apuesta “Ahora, lo interesante sería conseguir la tenencia de uso permanente, sin vencimiento”.

Más de 26 mil personas ya firmaron el petitorio que subió a la web La Nube. Les compartimos el link: http://www.change.org/es-AR/organizaciones/la_nube_infancia_y_cultura

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