Recordamos a Gabriela Mistral, a 56 años de su muerte. Poetisa, diplomática, feminista y pedagoga chilena, fue una de las principales figuras de la literatura en su país y en Latinoamérica y también la primera persona de América Latina en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1945.
Todo es ronda
Los astros son rondas de niños,
jugando la tierra a espiar…
Los trigos son talles de niñas
jugando a ondular…, a ondular…
Los ríos son rondas de niños
jugando a encontrarse en el mar…
Las olas son rondas de niñas
jugando la Tierra a abrazar…
Nacida como Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayata en la ciudad de Vicuña, el nombre por el que la conoció el mundo fue un seudónimo literario en homenaje a dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D'Annunzio y el francés Frédéric Mistral.
Es muy difícil separar la vida literaria de Gabriela Mistral de su vida de maestra y directora de escuela. Porque, si a los 15 años ya publicaba poemas y artículos en diversos medios de comunicación, también comenzaba a dar sus primeras clases.
“Empecé a trabajar en una escuela de la aldea llamada Compañía Baja a los 14 años, como hija de gente pobre y con padre ausente y un poco desasido. Enseñaba yo a leer a alumnos que tenían desde cinco a diez años y a muchachones analfabetos que me sobrepasaban en edad”, escribió sobre su experiencia inicial.
En relación a la motivación de los alumnos, dijo: “El niño llega con gozo a nuestras manos, pero las lecciones sin espíritu y sin frescura que casi siempre recibe van empañándole ese gozo y volviéndole el joven o la muchacha fatigados, llenos de desamor hacia el estudio que viene a ser lógico. La juventud, esa agua viva, no puede amar al que tiene en la lengua viva la palabra muerta”. Sobre la vocación del profesor, precisó: "El maestro verdadero tendrá siempre algo de artista; no podemos aceptar esa especie de jefe de faenas o de capataz de hacienda en que algunos quieren convertir al conductor de los espíritus”.
Los invitamos a homenajear su memoria con la lectura del poema “Ronda de los aromas”, perteneciente al libro “Ternura” de 1924.
RONDA DE LOS AROMAS
Albahaca del cielo
malva de olor,
salvia dedos azules,
anís desvariador.
Bailan atarantados
a la luna o al sol,
volando cabezuelas,
talles y color.
Las zamarrea el viento,
las abre el calor,
las palmotea el río,
las aviva el tambor.
Cuando es que las mandaron
a ser matas de olor,
todas dirían "¡Sí!"
y gritarían "¡Yo!"
La menta va al casorio
del brazo del cederrón
y atrapa la vainilla
al clavito de olor.
Baliemos a los locos
y locas del olor.
Cinco semanas, cinco,
les dura el esplendor.
¡Y no mueren de muerte,
que se mueren de amor!
Más información sobre la autora y su obra literaria en: http://www.gabrielamistral.uchile.cl/poesiaframe.html
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