De la noticia reciente de su muerte quedan las palabras. Las que sembró, las pronunciadas, las nuestras. La recordamos compartiendo su escritura, aquella que maravilló a grandes y chicos. Para no extrañarla tanto y para seguir “teniéndola”.
Para colmo de bienes
No cuento lo que me falta
mientras me sobra el amor.
Todo lo que amo me pertenece…
¿Quién tiene fortuna mayor?
La luna es mía
(¿qué te parece?),
son míos estrellas y mar,
la melodía
que al llover crece
y las ganas de cantar…
Tengo –yo- amigos
de carne y huesos,
más amigos de papel…
Tengo –conmigo-
colores, besos
y un verso bajo la piel.
Soy dueña de todos mis sueños;
de los puentes que recorrí…
¡y para colmo de buenos –hijitos-
los tengo y me tienen a mí!
En el libro Poemas de amor
Algunos de sus libros contienen, al inicio, una carta de la autora dirigida a los pequeños lectores, a quienes esperaba encontrar en el movimiento de la poesía. Allí les decía algunas cosas como estas: “…entre tantos, tantísimos recuerdos de las épocas en que yo tenía -más o menos- la edad de ustedes, en mi memoria brilla –ahora- uno en especial. Se los confío: en aquellos lejanos días, aparte de soñar -de ojos despiertos y dormidos- con que -cuando creciera- iba a ser escritora ….imaginaba que en estos tiempos que hoy nos toca compartir, viajaríamos en astronaves rumbo a otros planetas…que nos haríamos amigos de seres de distintas galaxias…y -sobre todo- que la justicia y la paz serían las reinas de nuestra amada Tierra -o ´las presidentas’, como prefieran-.
Bornemann comenzó a publicar literatura infantil y juvenil en 1970 y es autora, entre tantísimos otros, de El espejo distraído, Cuadernos de un delfín, El libro de los chicos enamorados, Cuentos a salto de canguro, El último mago o Bilembambudín, El niño envuelto, No somos irrompibles, Disparatario, Lisa de los paraguas, Los Josecitos, Los grendelines, La edad del pavo, Puro ojos, Sol de noche, A la luna en punto, No hagan olas, Socorro Diez, Poemas de amor.
En 1976 uno de sus textos emblemáticos, Un elefante ocupa mucho espacio, fue elegido para integrar la Lista de Honor del Premio Internacional Hans Christian Andersen, otorgado por International Board on Books for Young People, con sede en Suiza. Un año más tarde, fue prohibido por el régimen militar. En un decreto se esgrimían las razones de necesidad y urgencia: el cuento, que relata la protesta por parte de los animales de un circo que reclaman volver a su hábitat natural y no ser explotados, representaba para el gobierno de facto, un agravio a la moral, a la iglesia, a la familia y al ser humano y perseguía la “finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo”.
En la carta que mencionamos al inicio de esta nota, Bornemann cierra la introducción con un pedido:“¿Me prometen –entonces- ´mis viejitos del tercer milenario’, brindar también por mí, cuando repiquen las campañas de la Tierra entera anunciando el inicio del 3001? Si su respuesta es ´si ’, ¡gracias chicos! se me ocurre que estaré contemplándolos desde alguna estrella”.
Falta tanto para el 3001, pero brindamos por ella y por sus historias, que son las que se quedarán para siempre en nosotros.
Tres títulos de Bornemann que se encuentran disponibles en esta página:
Cuello duro: http://planlectura.educ.ar/pdf/13-%20Bornemann_Cuello.pdf
Mil grullas: http://planlectura.educ.ar/pdf/05-TAPA_MIL_GRULLAS.pdf
Un elefante ocupa mucho espacio: http://planlectura.educ.ar/pdf/26-elsa_bornemann-INT.pdf
- Historias que nos cuentan la democracia
- POR Aquí, por allá: LECTURA CON TODOS