La mesa de cierre del primer día de la jornada Compartir la palabra: “Herramientas para la socialización de la práctica de lectura en escuelas y bibliotecas”, contó con las palabras del Ministro de Educación, Alberto Sileoni y el Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia.

Los funcionarios estuvieron acompañados por Adriana Redondo, coordinadora del Plan Nacional de Lectura; Silvia Mei, coordinadora de calidad institucional de la Biblioteca Nacional de Maestros, ambos dependientes del Ministerio de Educación y Ángela Signes, presidente de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, de la Secretaría de Cultura de la Nación.

La propuesta Compartir la palabra, impulsada de manera conjunta por el Plan Nacional de Lectura y la Dirección Biblioteca Nacional de Maestros y por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), busca propiciar un espacio interdisciplinario de formación, capacitación y actualización, en donde se puedan debatir líneas de trabajo orientadas a promover la lectura autónoma y creativa, la gestión de la información y el conocimiento a partir de la articulación de los distintos actores de la comunidad. De igual manera, complementar y enriquecer las líneas de trabajo impulsadas desde el Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente y el Programa Nacional de Formación Permanente Nuestra Escuela, ambos pertenecientes al Ministerio de Educación.

En este marco, el Ministro de Educación, luego de hacer un recorrido histórico por los momentos más oscuros de nuestro país y el mundo, donde la libre circulación de ideas no era permitida y se quemaban libros, entre otras atrocidades, puso en valor el momento político que estamos viviendo y resaltó “Estamos en un país que está luchando para mejorar todos los días. Somos parte de un proyecto político que creyó que era necesario que la educación y la cultura fueran centrales”.

En este sentido, destacó algunas acciones, entre las que sobresale un dato numérico: 67 millones de libros entregados en todo el país. Agregó además que este año, el Ministerio de Educación Nacional comprará 10 millones más de libros (un millón serán de poesía) además de colecciones dedicadas a textos de Julio Cortázar y a la historieta Mafalda, en el año en que se les rinde homenaje. Todo esto se suma a los librillos que cada año edita y distribuye el Plan Nacional de Lectura en las escuelas de todo el país, como también en espacios no convencionales.

Por su parte, el Secretario de Cultura, Jorge Coscia, destacó la palabra "compartir" que encabeza la propuesta cuando comentó: “esta palabra que nos convoca, está relacionada con la cultura, porque hay cultura cuando se comparte” y añadió que  “lo que no ha cambiado a lo largo de la humanidad es el poder por la palabra”.

Además resaltó: “una realidad puede ser relatada de varias maneras diferentes, por eso, el modo en que la palabra sea compartida es una cuestión de poder” y en este sentido, destacó el papel central que tiene el Estado: “compartir la palabra desde el punto de vista público es asegurar la mayor accesibilidad a la cultura, porque ese es el fundamento mismo de la democracia”.

Por su parte, Sileoni reconoció: “sabemos que todavía todo esto no alcanza, pero estamos compartiendo un camino y nuestra obsesión es que las cosas sucedan en el aula” y agregó: “la relación de la lectura con la vida es ya conocida, pero creo que vale la pena recordar que las dos instituciones más importantes formadoras de lectores son: la casa y la escuela. En este sentido, lo que buscamos es que en cada una de las aulas de las 48 mil escuelas, el docente sea un invitador, sea un punto de encuentro”.

Resaltó la necesidad de seguir trabajando en esa línea y seguir profundizando las acciones, entre las que colocó al libro en un lugar prioritario: “queremos los mejores libros para todos los chicos de la Argentina, que es para nosotros, un modo elemental de entender la dignidad”. Y finalizó: “estamos convencidos que somos una sociedad mejor porque hay más libros, más cultura, más educación y más dignidad”.