En este verano, el viento norte no ha descansado en el Chaco, con temperaturas de 40 grados durante el día, que apenas descienden un poco por la noche.

Pero para leer no importa la temperatura ni el clima ¡claro está!

En siete establecimientos educativos que llevan adelante el programa “Escuela de verano”, el equipo regional del Plan Nacional de Lectura impulsó y acompañó la creación de grupos de lectura literaria, en un trabajo permanente con los docentes.

Los mediadores, bajo la coordinación de Natalia Porta López trabajan con la metodología de tertulias dialógicas sobre los distintos materiales editados por el Plan Nacional de Lectura

De esos encuentros de trabajos, llevados a cabo en las salas que puso a disposición la Fundación Mempo Giardinelli, se acordaron lecturas comunes para todo el mes de febrero. Hay variedad de cuentos y poemas de autores argentinos, entre ellos: Final de Juego de Julio Cortázar; La madre de Ernesto de Abelardo Castillo; poemas de Alejandra Pizarnik, Olga Orozco y Alfonsina Storni y cuentos de Angélica Gorodischer entre otros textos.

En algunas de estas escuelas los grupos de lectura -compuestos por estudiantes que tienen dificultades en diversas materias- tendrán continuidad a lo largo del año durante horas destinadas a tutorías. Las docentes mediadoras trabajan en red para acompañarse, registrar y evaluar la experiencia, así como para compartir dificultades y progresos con la coordinación regional.