Con el avance de la tecnología, las personas con discapacidad visual tienen hoy muchas más posibilidades de acceder a la lectura. Para saber más sobre este tema, proponemos un acercamiento a Tiflolibros, la primera biblioteca digital para ciegos de habla hispana, que tiene sede en la ciudad de Buenos Aires.
Se dice que Tiflos era una isla de la mitología griega a la que se desterraba a los ciegos para que sobrevivieran como les fuera posible. Siglos después y acaso como una cruzada contra esa terrible condena que imponía un destino signado por el ostracismo y la lejanía; en Buenos Aires, un grupo de personas no videntes, decidió utilizar las herramientas tecnológicas disponibles para poder acercarse de un modo simple a los libros. Así fue como armaron una biblioteca virtual. Y la llamaron Tiflolibros.
Desde el inicio del proyecto –en el año 1999- hasta la actualidad, muchos objetivos se fueron concretando. En primer lugar, la biblioteca tomó volumen: hoy disponen de más de 42.200 libros en formato digital, de los cuales, más de 34.000 están disponibles en audio y para su impresión en Braille. A estos archivos de computadora, acceden más de 5.000 usuarios con discapacidad visual de América, Europa y Asia; y 160 instituciones que a la vez distribuyen los libros a sus usuarios. Todo, de modo gratuito.
¿Cómo lee una persona ciega?
Hasta hace apenas unos años, la única opción era el braille o las grabaciones en cassette, que como algunos recordarán, podían perderse por completo si se deterioraba la cinta.
Hoy, mediante el progreso de las nuevas tecnologías, quienes padecen problemas visuales pueden usar computadoras comunes, a las que se les instala un programa llamado "lector de pantalla". Este sistema verbaliza la información visible en el monitor. De este modo, una voz sintética desde los parlantes de la PC, le permite al usuario el acceso a las aplicaciones de Windows, tanto para la lectura como para la producción de un texto. Con este programa, también puede navegar por Internet, manejar su correo electrónico y emplear los programas de conversación instantánea, más conocidos como chats.
Este sistema, generalmente viene asociado a otro programa llamado OCR (Reconocimiento óptico de caracteres), una herramienta que procesa las imágenes scaneadas y las convierte en texto reconocible para los procesadores de texto.
En vista de estos avances, TifloLibros ofrece dos servicios: a quienes tienen una computadora adaptada, se les otorga una clave y contraseña con la que pueden ingresar al sitio web www.tiflolibros.com.ar. Una vez allí, pueden consultar el catálogo por título y por autor, navegar entre las diferentes categorías y géneros, ver los libros en uno u otro idioma, o simplemente en orden alfabético de autores o de títulos. De un modo muy simple, cuando se elige un libro para descargar, se pulsa sobre el título y este texto es enviado automáticamente a la casilla de correo electrónico del usuario.
Por otro lado, el mismo libro que está en un archivo de texto también puede ser convertido en un archivo de audio MP3, que se graba en un CD con la misma voz del software lector de pantallas y que luego se envía por correo postal a quien lo solicita. Vale la aclaración de que aproximadamente la mitad de los usuarios de este servicio son, hoy por hoy, personas mayores de 70 años, no tan familiarizadas con el uso de una computadora.
A modo de ejemplo, en 2012, Tiflolibros envió 2407 audio-libros a 216 usuarios. El 65 por ciento de ellos eran personas de más de de 65 años. La mayoría de los suscriptores de Argentina, pero en ese período también se hicieron envíos a Israel, México, Bolivia, España, Inglaterra, Perú, Suiza y Uruguay.
“Tiflolibros es la primera biblioteca en Internet para ciegos de habla hispana. Nuestra misión es favorecer el desarrollo de las personas con discapacidad visual a través del uso y la adaptación de las nuevas tecnologías” explica Marta Traina, encargada del área de Comunicación Institucional . “Los mitos, fantasías y temores que nuestra imaginación compone respecto de la pérdida de la visión operan en muchos casos como barreras insalvables que generan indiferencia y exclusión. Nos interesa aportar desde el disparador de la literatura, un espacio para pensar cómo construir una comunidad que nos incluya a todos”.
Entre las muchas distinciones que la biblioteca recibió; en 2008 el Premio Pregonero, que es un reconocimiento otorgado por la Fundación El Libro a los difusores de la literatura infantil y juvenil. En 2012, la mención especial PREMIO VIVALECTURA 2012 otorgado por la Fundación Santillana en virtud de la labor en beneficio de la comunidad.
¿Qué tiene que hacer una persona o una institución que quiere usar la biblioteca digital Tiflolibros?
Inscribirse en la biblioteca es un proceso sencillo. La persona interesada –o alguien en su nombre- tiene que enviar sus datos, y un comprobante de que padece una discapacidad que no le permite el acceso a la lectura.
El acceso a la biblioteca es gratuito, así que una vez verificados sus datos, el usuario recibirá un nombre y una contraseña con los que podrá acceder al catálogo online y descargar los libros que desee.
Si se trata de una institución, deben presentarse los datos del organismo en cuestión junto a los de la persona que dará acceso a Tiflolibros, quien a su vez, debe presentar una nota en la que se hace responsable de que los libros serán utilizados solamente por personas que debido a su discapacidad no puedan acceder a la lectura convencional.
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