A tono con el mes de San Valentín, seleccionamos algunos relatos; y recordamos especialmente a la gran escritora Elsa Bornemann, con sus poemas para chicos enamorados.
Entre amores correspondidos, amores desencontrados, amores apasionados, amores imposibles, las historias van tomando forma.
“Tu eres mi amor”, le dicen al bicho raro de Beatrice Alemagna en Mi amor, editado por Fondo de Cultura Económica. En el medio y hasta llegar a su amor, el bicho raro se cruza con otros personajes que lo confunden con un gato barrigón, un mono chistoso, una rata, una paloma, un león, un perro, hasta que al final, sin importar que es, ni como es, encuentra su amor.
Iris Rivera, en Los viejitos de la casa, cuenta el amor de dos personas mayores, aunque se trata de un amor contrariado. A el le gusta salir a la calle cuando hay tormenta, a ella en cambio le gusta quedarse adentro, hacer pan dulce y escribir poemas. Se enojan, se amigan, se pelean. “Siempre lo mismo, siempre igual”, se dirá en el cuento, hasta que una vez, en un tiempo raro…se miraron, sonrieron, jugaron y desde entonces, el sigue saliendo cuando llueve y ella quedándose adentro, pero ya no les salen rezongos, sino suspiros.
Otras creaciones literarias en torno al amor surgen entre personajes típicos de la literatura, como en Amor de biblioteca de Liliana Cinetto, donde una princesa se enamora de un pirata, ambos personajes de cuento. La historia va creciendo hasta que los enamorados se liberan del libro: “Cuentan que cuentan que en mayo los dos se fueron un día y dejaron en sus libros varias páginas vacías. Los personajes del libro ofendidos protestaban: Las princesas de los cuentos no se van con los piratas. Pero ellos ya estaban lejos, muy lejos, en alta mar y escribían otra historia conjugando el verbo amar”.
Para la escritora Elsa Bornemann, amor es una “palabracadabra”, no hay otra de más valor, es la que sola puede todo, la fantástica palabra.
Hoy les regalamos un hermoso poema, de esta autora, que se encuentra en el libro Poemas de amor.
Para vivir
Para vivir
yo inventé un lugar:
castillo en el aire
donde es posible
risa cantar…
Nunca imaginé
que allí te iba a encontrar.
Ahora para soñar
somos dos.
Para vivir
palabras junté,
sólo las más hermosas
dentro del alma
coleccioné…
Que estaban en ti
cómo iba a saber…
Ahora, para crecer,
somos dos.
Para vivir
pensé en el amor,
sol de medianoche
sobre la sombra a mi alrededor.
Nunca imaginé
que en tus ojos lo iba a ver.
Ahora, para querer,
somos dos.
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- Princesas de ayer y de hoy